En Madre Tierra no se canta, en Madre Tierra todo es sombra, en Madre Tierra se premia a los delatores y desaparece sin dejar rastro cualquier enemigo de la Patria. Sus habitantes viven bajo el yugo del opresivo y despiadado régimen dictatorial que controla y dirige cada uno de sus pasos, están acostumbrados a hablar entre susurros, a recelar de los vecinos, a los continuos cortes de luz, y ya ni se asustan cuando oyen el toque de queda. En Madre Tierra, la fantasía es la única vía de escape. Pero Standish no se rinde, sabe que más allá de las infranqueables y herméticas fronteras de su país, tiene que existir otro mundo, un mundo donde la libertad y la verdad no sean solo sueños imposibles sino una maravillosa realidad.

MI OPINIÓN SIN SPOILERS

AVISO: va a ser breve, muy breve.

Una palabra: GENIAL.

Uno de esos libros tan especiales que llegan dentro. De esos que cuando los terminas te dejan una sensación especial.

Parece que lo haya escrito un corazón, no una mano.

Solo hay dos libros que me hayan llegado así y ambos suceden en una dictadura. Los autores utilizan eso para jugar con nuestros sentimientos.

No se puede decir mucho sobre él, es corto y lo mínimo sería un gran spoiler.

El protagonista, obviamente, es un niño diferentes, especial (me repito con esa palabra). He llegado a querer a Héctor (su como hermano) a través de él. Y al abuelo también le he cogido un gran cariño.

Es más Alemania nazi, pero también me ha recordado a la Unión soviética. Y en un aspecto a Estados Unidos (si digo el que desvelo casi todo).

Y lo último que digo es; LEERLO.